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Haz, pues, una apuesta con mi señor, el rey de Asiria: te daré dos mil caballos si consigues otros tantos jinetes que los monten. ¿Cómo te atreves a rechazar a uno de los subordinados de mi señor, confiando en que Egipto te va a suministrar carros y jinetes? 10 ¿Crees, además, que he venido a devastar este país sin el consentimiento del Señor? El Señor me ha dicho: Ataca este país y devástalo.

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